Todos expresan su gratitud a las agujas y alfileres que les han permitido crear su trabajo y rezan por el trabajo futuro, pidiendo más habilidad o destreza.
Cuatro mujeres vestidas con atuendos del estilo del período Nara llevan a cabo una danza a modo de ofrenda delante del altar en honor a Orihime, el tejedor divino, y a los asistentes se les invita a coger una de las agujas del “funeral” y clavarla en grandes bloques de gelatina de konyaku (tofu) con una oración, para que las agujas descansen.
Al igual que otros rituales que se celebran a lo largo del año, está íntimamente ligado al respeto por los objetos que han servido para facilitarnos la vida y que, por lo tanto, no merecen solo ser desechados sin más.
La ceremonia muestra el sincretismo religioso de los japoneses: el sintoísmo que le da alma a los objetos y el budismo que respeta toda creación, viva o inanimada.
El Hari Kuyo se celebra el 8 de febrero en la región de Kanto y el 8 de diciembre en Kyoto y la región de Kansai.
(imágenes de Japan experience)
Feb 08, 2021 @ 23:49:09
Una tradición preciosa. Gracias por compartir tu sabiduría.
Besitos,
Pilarín
Feb 09, 2021 @ 00:24:48
Gracias a tí por leerlo.
Besos
Feb 09, 2021 @ 00:59:42
Wow! What a wonderful ceremony. Thank you for sharing with us.