Whole kitchen en su Propuesta Salada para el mes de enero nos invita a preparar un clásico de la cocina árabe: FALAFEL
A pesar de que su origen es incierto, se cree que es originario de la India, donde se cocinó en un pan con especias amargas. La palabra “falafel” viene de la palabra árabe “filfil”, que significa pimiento. El falafel (al menos al estilo de Oriente Medio) está hecho con habas, garbanzos o una combinación de ambos. La variante egipcia, llamada tamiyya, emplea exclusivamente habas, mientras que otras variantes emplean exclusivamente garbanzos. Lo que hace diferente al falafel es que las habas o garbanzos no se cuecen: simplemente se ponen en agua hasta que se ablandan y luego se trituran (se les puede quitar la piel antes) mezclados con ajo y una buena cantidad de cilantro para formar una pasta. Con esa pasta se hacen unas bolas achatadas que se fríen en abundante aceite. En ocasiones puede utilizarse también harina de garbanzo para dar más consistencia a la mezcla.
Actualmente se come en India,Pakistán y Oriente Medio. Tradicionalmente se sirve con salsa de yogur o de tahina (salsa de ajonjolí), así como en sándwich, en pan de pita o como entrante. En los últimos años se ha dado a conocer en occidente gracias a los restaurantes especializados en comida oriental.
Falafel
300 gr. de garbanzos
1 cebolla
2 dientes de ajo
2 cdas. de perejil fresco
1 cda. de cilantro fresco
1 cdta. de comino molido
1 cdta. de levadura química (tipo Royal)
Aceite de oliva suave (para freír)
Sal y pimienta negra recién molida (al gusto)
Salsa de yogur
1 yogur natural
2 cucharadas de aceite de oliva
1 diente de ajo muy picado
El zumo de medio limón
Menta fresca picada, sal y pimienta negra

Lavar con agua y escurrir los garbanzos o habas dejados en remojo la noche anterior.
Triturar directamente los garbanzos “sin cocer” o habas con la batidora o picadora junto con las cebollas, los ajos, el perejil, el cilantro fresco y una taza de agua. Mezclar hasta conseguir una textura espesa.

Añadir la sal, el comino molido, la pimienta negra, la cayena (opcional) , el bicarbonato y mezclar un poco. Dejar reposar la mezcla durante 30 minutos.
Formar con la mezcla pequeñas bolas o mini hamburguesas, del tamaño de una pelota de ping pong. Aplastarlas un poco. Si la mezcla queda demasiado húmeda por lo que le es difícil formar bolitas, se puede añadir un poco de pan rallado o harina de trigo.
Freír en abundante aceite de oliva a fuego medio/fuerte hasta que le queden dorados (5-7 minutos). Servir caliente.
Salsa de yogur
En un bol ponemos el yogur natural, el diente de ajo muy bien picadito, el zumo de medio limón, el aceite de oliva, la sal y la pimienta al gusto. Para darle un toque “árabe” añadimos también unas hojas de menta fresca bien picada (si no la conseguimos nos valdría seca).
Removemos bien con la ayuda de un tenedor/cuchara y ya tenemos lista la salsa para acompañar los falafel. Los servimos calientes en la mesa, acompañados de la salsa a temperatura ambiente o fría, dependiendo de vuestro gusto.
