
Esta mañana he asistido a una visita guiada en el Palau Nacional, sede del MNAC (Museo Nacional de Arte de Cataluña) donde además de visitar estancias que normalmente no se enseñan al público nos han explicado cosas curiosas sobre su construcción con motivo de la Exposición Internacional del año 1929 . Está situado estrategicamente en la montaña de Montjuic y domina la ciudad de Barcelona, que se extiende a sus pies.
Curiosamente, un sábado paseando por Els Encants encontré el tríptico promocional de la exposición…


En él se muestran las tres áreas del certámen: la industrial, en la parte baja, con palacios y pabellones; la artística dónde se emplaza el Palau Nacional, el Palacio del Arte Moderno y el Pueblo Español, y el área deportiva, centrada en el Estadio Olímpico.
Al término de la Exposición, muchos de los edificios fueron derribados: el Palacio Nacional permaneció cerrado, mientras se decidía su futuro. Hasta 1934 no abrió sus puertas como Museu d´Art de Catalunya función que fue desarrollando, con posteriores remodelaciones, hasta convertirse en el museo actual. Entre algunos de sus espacios destacan la magnífica Sala Oval, que se ha convertido en el ágora central del museo dónde se realizan actos oficiales y fiestas…


Otros espacios nobles antiguos fueron sacrificados en la última reforma. Este es el caso del antiguo Salón del Trono ( lugar de recepción del rey Alfonso XIII durante la Exposición) , convertido hoy en el resturante del museo desde dónde se disfruta una preciosa vista de Barcelona,


o de la antigua Sala del Té, convertida en la biblioteca del museo.

El Palau Nacional es de visita obligada, por su arquitectura, por su localización rodeada de jardines y sobre todo porque en su interior se encuentra una de las mejores colecciones de arte románico.
