Durante el Renacimiento, la afición al bordado se extiende por toda Europa y entra a formar parte de la educación femenina. De ésta manera aparece el sampler o muestrario, que eran unas piezas de tejido donde las niñas y jóvenes bordaban grecas, flores, símbolos religiosos, letras,… etc., para ejercitarse. Estos muestrarios se trasmitirían de generación en generación, quedando como un patrimonio familiar y constituyendo una verdadera enciclopedia de consulta, sobre la cual sería posible encontrar el motivo mas adecuado para la realización de una determinada labor.

Quizá los samplers más famosos sean los procedenes de Gran Bretaña y Estado Unidos pero también hay que destacar los alemanes y holandeses. Suelen bordarse en seda o lino , tienen multitud de motivos religiosos explicando el Antíguo y el Nuevo Testamento y se adornan de diferentes tips de puntos (satin stich, backstich)
En el siglo XVIII la variedad de objetos y motivos se hizo mucho mayor, hay casas, iglesias, cestas de flores, angeles y por supuesto escenas biblicas .En este momento el sampler mas que una coleccion de motivos para futura referencia, es un dibujo en el que se relata o bien una escena o una secuencia de varias que hacen una historia. Parece que dejan ya de ser trabajados con la finalidad de transmitir las destrezas o almacenar los motivos, para ser ahora una demostracion de una gran destreza del bordado.