He pasado unos días en Le Tarn, visitando todos los monumentos medievales que he podido en ciudades como Albí, Castres o Toulouse . Os las recomiendo si os gustan las ciudades medievales. Pero claro todo no ha sido cultivar el arte olvidado , también ha sido recrearse en las tiendas y descubrir la amabilidad de sus gentes.
En Albí descubrí la tienda Phlomis dónde entre otras maravillas compré esta botella que recuerda con nostalgia otros tiempos.
El complemento perfecto para esta toalla de manos que bordé hace años.
Y también la chocolateria de Michel Belin dónde no pude resistirme a sus bombones de regaliz y de lavanda y a sus increibles macarons (el de sabor a lavanda estaba delicioso)