El pastel chiffón fue inventado en 1927 por Harry Baker, un vendedor de seguros californiano que además trabajaba en una empresa de cátering. Según se cuenta llegó a probar mas de 400 recetas hasta que encontró la del pastel definitivo más húmedo y con un sabor más rico que hasta el entonces famoso Angel Food. Quizás el secreto fue usar aceite en lugar de mantequilla y añadir las claras a punto de nieve antes de hornear el pastel.
Chiffón de limón
(del libro Pasteles de Martha Stewart)
90 gr de harina
1/4 de cucharadita de bicarbonato sódico
1/4 de cucharadita de sal
160 gr de azúcar
3 huevos
60 ml de aceite de girasol
80 ml de agua
2 cucharadas de ralladura de limón
zumo de 2 limones
1/2 cucharadita de extracto de vainilla
azúcar glas para decorar
Precalentar el horno a 170ºC.
En un bol tamizar la harina, el bicarbonato y la sal. Añadir el azúcar y mezclar bien.
En otro bol, batir las yemas con el aceite, el agua, la ralladura , el zumo de limón y la vanilla. Añadir la mezcla de la harina y batir hasta que se integre todo bien.
Batir las claras a punto de nieve. Añadirlas poco a poco a la mezcla anterior.
Verter la masa en un molde de tubo sin engrasar y hornear durante unos 30 minutos o hasta que el palillo salga limpio.
Dar inmediatamente la vuelta al molde sobre sus patas o sobre una rejilla para que se airee y dejar que se enfríe por completo. Un vez frío dar la vuelta y deslizar una espátula por los bordes para soltar el pastel.
Se puede servir tal cual, espolvoreado con azúcar glas o acompañado de lemon curd.
El Chiffón es una auténtica delicia: es etéreo, ligero y tierno y como en su día dijo Harry Baker a un periodista del Minneapolis Tribune «es un sexto sentido, algo cósmico».



















































