Es la berza, la col rizada de toda la vida, que en Estados Unidos está de moda y allí la llaman kale.
Es una verdura densa nutricionalmente. La porción de una taza tiene más calcio que la leche, más hierro que la carne, una gran cantidad de vitamina C, K y A. También se habla sobre sus propiedades anticancerígenas y desintoxicantes, que limpian hígado y sangre.
Este primo del brócoli, la coliflor y el repollo, cuenta con sus propias variedades: kale de hoja rizada, kale de hoja plana (un poco más amarga), kale rojo ruso, kale toscano, kale dinosaurio. Todas tienen en común ese verde especial, hojas crujientes y fibrosas, además de un sabor único.
Entre las propiedades y los beneficios que ofrecen estas deliciosas hojas verdes, destacan los siguientes:
- Es una rica fuente de calcio, lo cual ayuda a prevenir la osteoporosis, fracturas y perdida de densidad ósea, además de ayudar a mantener un sistema digestivo saludable.
- Gracias a su vitamina C se activa el sistema inmunológico, el metabolismo y la hidratación.
- Por su alta presencia de vitamina A, es buena para la visión, la piel y la prevención de cáncer en pulmones y boca.
- Tiene también vitamina K en grandes cantidades, que se relaciona con propiedades anticancerígenas, además de favorecer la salud de los huesos y la coagulación de la sangre; también se cree que puede ayudar a personas con Alzheimer.
- Una de las fuentes vegetales más ricas en hierro, lo que la hace básica para vegetarianos y veganos, ya que gracias a este mineral se evita anemia, se forma hemoglobina y enzimas que transportan oxígeno a todo el cuerpo, además de favorecer al hígado.
- Anti-inflamatorio y antioxidante. Además que ayuda a evitar el cáncer, ayuda a regular el colesterol, a combatir algunos síntomas de artritis, asma y desordenes auto-inmunes.
- Bajo en calorías y rico en fibra. Una taza de este vegetal cuenta con 39 calorías, 5 gramos de fibra y 0 gramos de grasas, lo cual ayuda a mantener una digestión saludable.
Toda esta riqueza nutricional se condesa en unas hojas de kale, que por cierto, son muy versátiles en la cocina. Se pueden comer solas, en ensaladas, en algunos guisos, al horno, deshidratadas, en zumos verdes, en sandwiches…
VICHYSSOISE DE KALE
1 cebolla mediana
100 gr de hojas de kale cortadas y lavadas
2 puerros
1 patata mediana
250 ml.de caldo vegetal
250 ml.crema de leche o leche evaporada
Aceite de oliva virgen extra
Sal y pimienta al gusto
Picamos la cebolla y la ponemos en un olla, a fuego medio, con un poco de aceite de oliva y una pizca de sal.
Limpiamos los puerros y los cortamos en láminas. Los añadimos a la olla.
Doramos la cebolla y el puerro durante unos 5-8 minutos, con cuidado de que no se quemen.
Cuando veamos que la cebolla está transparente y coge cierto color dorado, añadimos la kale.
Removemos un par de minutos, para mezclar los sabores.
Añadimos el caldo, removemos un poco, y dejamos cocer durante 15-20 minutos.
Pasado este tiempo, añadimos la crema de leche y removemos durante un par de minutos.
Por último, trituramos todo hasta que nos quede una crema suave y sin grumos.
Oct 28, 2016 @ 08:31:34
Pues no conocia esta verdura, pero desde luego que si la veo la probaré.
Besos.
Chary 🙂
Oct 30, 2016 @ 03:33:45
Cerato, leo que es una verdura con muchas propiedades nutricionales, por estos lados no es conocidad. Bonito fin de semana.
Besos
Oct 30, 2016 @ 14:14:51
Es la col rizada y seguro que allí tenéis. Besos