Esta Semana Santa hemos hecho una escapada a la comarca del Matarraña .Hace tiempo que Matarraña es un destino rural deseado y motivos no le faltan: enoturismo, naturaleza, historia, patrimonio artístico y gastronomía. Los pueblos que la integran (18) tienen cada uno su propio encanto por mucho que de lejos todos se parezcan. Su capital administrativa es Vallderrobles y está catalogado como uno de los más bonitos de España. El rio Matarraña divide al pueblo en dos , la parte nueva y el casco histórico.






Calaceite es la segunda localidad más poblada de la comarca. Destaca la Plaza Mayor con sus característicos portales. Ahí está la casa consistorial, siguiendo el modelo manierista como es común en la mayoría de pueblos del Matarraña. A un paso, la Iglesia de la Asunción, con su magnífica portada de grandes columnas salomónica. No hay que dejar atrás la pintoresca capilla portal de la Virgen del Pilar, uno de los rincones más forografiados.





En Beceite el Matarraña es el gran protagonista de la visita pues es el responsable de haber creado el Parrizal de Beceite, un rincón natural formado por pasarelas de madera que permiten al turista cruzar de una ribera a otra por encima de cristalinas e increíbles pozas de agua. Lo primero que veremos en Beceite, además del puente de piedra medieval (único acceso al pueblo), son las antiguas fábricas de papel. Estas factorías, la mayoría de ellas reconvertidas hoy en apartamentos turísticos y restaurantes son testigos del importante pasado papelero artesanal . De hecho era el material usado para fabricar los famosos naipes Heraclio Fournier, para fabricar el papel moneda para el estado e incluso era el favorito de Francisco de Goya para usar en sus grabados.





Cretas es un precioso pueblo cuyo origen se remonta a los íberos , de hecho se puede visitar el poblado íbero Els Castellans. Sus calle estrechas y empedradas con sus casa señoriales del siglo XVII hacen de Cretas un pueblo de merecida visita. Como parada obligatoria es también El Horno de Llerdá cuyo horno de leña construido en 1930 es uno de los más antiguos de Teruel. Recomiendo la degustación de las ricas «casquetas» y por supuesto su pan.!!







Y La Fresneda, un pueblo de película. Las edificaciones, en piedra la mayoría y encaladas en azulete otras, están llenas de detalles que no se pueden dejar de ver. A destacar el barrio de la judería, sucesión de callejuelas perpendiculares a la Calle Mayor.





Tuvimos oportunidad de asistir a varias procesiones acompañadas por el ruido de los tambores tan característicos de la Semana Santa aragonesa.
Abr 25, 2023 @ 04:14:18
Preciosa escapada!!! Para disfrutarla en compañía y saborearla!!!
Besitos,
Pilarín
Abr 25, 2023 @ 19:00:20
Gracias Pilarín!!