El buñuelo es una masa de harina que se fríe en abundante aceite. La masa de harina puede mezclarse con agua, leche, huevo o levadura. Pueden llevar un relleno que puede ser dulce o salado, por ejemplo manzana o pescado.
La primera sociedad que consumió buñuelos fue la morisca. Sus ciudadanos, gente de medios humildes, que habitaban los territorios del Sur de la península ibérica y ocupaban puestos de trabajo de baja categoría, desempeñaban también el oficio de vendedores ambulantes de buñuelos. En Sevilla y Granada, eran postre típico los buñuelos fritos en aceite cubiertos de miel. Por otro lado, esta especialidad fue adoptada por los gitanos tras la expulsión morisca y perpetuada hasta la actualidad.
Hay un tipo de buñuelos, en forma de bola y especialmente ligeros, que se llaman buñuelos de viento, por su ligereza y porque suelen tener grandes burbujas de aire en su interior. Es habitual aprovechar el hueco interior para rellenarlos de crema, en cuyo caso se llaman buñuelos de crema. Otros buñuelos sin crema son, por ejemplo, los buñuelos del Ampurdán, que tienen forma de anillo.
Los buñuelos son un postre típico en muchas comunidades autónomas y, sobre todo, durante sus fiestas regionales.
En Cataluña, se consumen sobre todo durante la Cuaresma. Los más famosos son los de viento, los de crema y los del Ampurdàn. Se suelen comer como merienda o para acompañar el café después de comer.
En la Comunidad Valenciana se hacen buñuelos dulces acompañados de una taza de chocolate, como desayuno típico, aunque también son comunes los salados con bacalao, así como los buñuelos de calabaza.
En las islas Baleares, hay buñuelos dulces para diferentes fiestas del año (las Vírgenes, Todos los Santos, Cuaresma, etc.) y, según la ocasión, pueden contener patata o boniato, queso de Mahón, higos secos, etc.
En Madrid y Andalucía, se consumen especialmente durante la Semana Santa.
BUÑUELOS DE VIENTO
250 ml de agua
125 gr de harina
30 gr de mantequilla
4 huevos
40 gr de azúcar
anís
azúcar glas
Poner el agua el azúcar, la ralladura de limón y la mantequilla en un cazo al fuego con un poco de sal.
Cuando hierva todo se vierte la harina de una sola vez. Dejar cocer sin parar de remover hasta que se separe de las paredes del cazo.
Fuera del fuego incorporar los huevos de uno en uno y remover.
Poner la masa en una manga pastelera y echar pequeñas porciones en una sartén con el aceite caliente.
Espolvorear con azúcar y si se quiere, mojar en anís.
